Viniendo de una ciudad pequeña/pueblo grande donde los muebles se compran en un almacén con apellido y que pasa de generación en generación, encontrarse con IKEA y todo su colorido hace que una se vuelva loca. A la quinta vez empezaba a perder la gracia, y encontrarlo en todos los canales como parte del
atrezzo de las series le restaba toda la originalidad.
Yo tengo ese sofá. Y yo ese juego de cama. ¡Eeeh! Mira mi vajilla. Y así con todo.
El caso es que
Señorita Puri ha encontrado un
sitio donde traducen tu nombre al idioma IKEA y te asocian a un mueble.
Para no defraudar:
Serafina es una
cama.
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