Desde que tengo recuerdos he deseado despertar un día siendo responsable y madura, sin necesidad de currármelo, sin esfuerzos ni tensiones. No me gustaba ser tan vaga, pero tampoco quería ponerme a recoger la casa y limpiar. Sabía que era imposible, que no se trataba de echarse a dormir y que el Hada Azul viniera en la noche a cumplir mis deseos. Pero ha ocurrido. Si darme cuenta, debe de haberme picado un ama de casa radiactiva que me ha transferido sus poderes, como le pasó a Peter Parker con la araña. Puede que no signifique nada para muchos de vosotros, pero para mí es rarísimo levantarme después de comer y meter el plato en el lavavajillas, hacer la cama, poner lavadoras y tenderlas cuando acaba el centrifugado en vez de dos días después, ¡planchar! (que casi se me había olvidado), despertarme cinco minutos antes de que suene el despertador y levantarme (cuando lo normal en mí es dormir esos cinco minutos más otros cinco de propina por haberme despertado antes de la hora) y tantas otra cosas. Me alegro de que haya ocurrido y espero que dure.
La imagen es de aquí.
sábado, 10 de mayo de 2008
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2 comentarios:
Bieeeeeeeeeeeeeeeen
Te entiendo no sabes como, ojalá me pique a mi el hada azul
Periodicamente tengo q organizar cenas en casa para verme obligada a ordenar
A mí me pasa eso, si no vienen invitados esto es un desastre. Pero ya le estoy cogiendo el ritmo...
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