Dos osadas y un carrito del súper

Hoy hemos hecho una mini-mudanza con un carrito de supermercado como único medio de transporte. Ha sido muy divertido ver las caras de la gente cuando mi compañera de trabajo y yo avanzábamos por las calles con el carrito lleno de paquetes, una silla, luego una mesa, una lámpara... El gitano de la competencia revisaba en la basura con cara de frustración porque nuestro carro era mejor y cuando pasaba alguien cerca mi compañera me preguntaba si podríamos vender hoy toda esa chatarra. En una de las idas y venidas nos hemos encontrado con dos de nuestras superiores (es lo que tiene trabajar al lado de casa), en palabras de una de ellas "Lo veía y no quería creerlo". Hemos pasado una buena tarde, nos hemos reído muchísimo, y mañana viene la versión ropa y complementos, que me encanta, porque me voy a quedar con (casi) todo lo que ella no pueda llevarse.