Pequeños recuerdos

El olvido es necesario, hay que seleccionar lo que se recuerda, porque nos volveríamos locos si recordáramos absolutamente todo: cada persona, cada hoja de cada árbol, cada piedra... A veces, hay detalles que se mantienen nítidos en el tiempo. Puede que sea una frase, un lugar, una sensación. Me he acordado de mi abuelo, que en los fines de semana de verano nos llevaba a comer a un bar de la playa y nos compraba una bolita de esas transparentes que trae un regalito dentro. Una vez me tocó un llavero de un paquete de Ducados (la marca de tabaco que él fumaba) y se abría como una caja de cerillas. Mi abuelo me dijo que era una cajita para guardar los secretos, porque era muy pequeña, no cabían ni si quiera cerillas. De pronto a llegado a mí ese recuerdo de mi abuelo y la cajita para guardar los secretos. No sé si servirán para algo, pero me encantan estas chispas del pasado.