Me gustan las manos. Igual que los pies. No sé qué me gusta más, porque mi mente depravada deja volar mi imaginación y luego no hay quien la pare. No recuerdo haberme sentido tan heterosexual como el último mes, que tenía las hormonas tan revolucionadas que el aburrido cuerpo masculino me parecía hasta interesante y sensual al completo, y me volvía loca con los cuellos (?).
Por sí solas las manos no me llamaban la atención. Fue al ver a Hevia tocando la gaita cuando pensé que si usaba esa agilidad en los dedos con su señora debía de tenerla muy contenta. Como diría el Resines, tengo la mente sucia. Por extensión, las manos tocando instrumentos musicales me ponen tontuca. Y los hombres conduciendo me ponen burra directamente. Todo lo que implique habilidad manual o el uso de las manos, las manos curtidas y con historia, ya sea de tocar la guitarra o de cultivar la tierra. Como soy de natural observadora, me he percatado de los diferentes tipos de uñas que existen, no creáis que sólo pienso en sexo. Pero una cosa sí, las manos limpias que luego van al pan... y preferiblemente con cinco dedos.
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3 comentarios:
Vaya, pensaba que eso de los hombres conductores solo me pasaba a mi. Nunca lo he confesado pero sí, me ponen los hombres que conducen y las mujeres que conducen me parecen super sexys, por eso me estoy sacando el carnet de conducir, he decidido que quiero ser sexy.
jodia, es verdad que has escrito sobre las manos. pues que sepas que mis dedos doloridos te saludan (y se insinuan). y deja de tener pensamientos guarros por un rato, que es malo pal corazon.
La niña, ¡bienvenida! Mucha suerte con el carnet, ten cuidado no te pases de sexy y acabes en plan Ana Obregón ;-)
The Jocker, mis dedos helados te devuelven el saludo, pero como sigas insinuándote no sé cómo quieres que deje esos pensamientos.
¡Besazos!
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