martes, 7 de octubre de 2008

El sobrinito

Desde hace meses mis amigos me están dando la brasa con que quieren un sobrinito y yo les digo que no, que si quieren niños que los fabriquen ellos. Siempre pensé que dejar la maternidad para los treinta era un error, pero es que cuando pienso que me queda un mes para cumplir 24 otoños no me lo creo. No sé cómo se me ha pasado el tiempo, bueno puede que así, pero no creo que estemos preparados. Aún me siento llena de paranoias e incapacitada para poner orden en mi vida como para tener a mi cargo a un pequeño monstruo. Procrear es muy fácil, lo difícil es educarlos y lo caro es mantenerlos.

A mí en realidad me encantan los niños. Niños inquietos y despiertos, sociables, despeinados y con churretes, que cogen cochinillas y escarabajos peloteros, que trepan a los árboles y le dicen a la señora que está a su lado en el autobús que los niños tienen pene y las niñas, vagina. Pero es tan complicado que me abruma. ¿Cómo se inculcan buenos valores a un crío? ¿Qué hacen los padres cuando su hijo decide alimentar al cocodrilo del zoo con otros animalitos que ha encontrado en el recinto? O más bien, ¿qué han hecho con ese niño para que acabe haciendo algo así? Mientras encuentro la respuesta a éstas y otras preguntas, podéis seguir pidiendo, que es gratis.


La tira es de Quino, claro.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

yo quiero un sobrinito!!!!!!!!!!
no voy a dejar de pedirlo. ademas hacer un niño es facil (y divertido), y criarlo es igual de facil. cojes y lo internas en un colegio en Suiza y ya volvera hecho un bancaro.

Unknown dijo...

Practicamos a diario para que cuando nos decidamos no se nos haya olvidado cómo :D
Lo de Suiza no lo veo, con la crisis va a estar tomando el pecho hasta que vaya al instituto.

Un besazo