domingo, 8 de febrero de 2009

A lo Juan Palomo

Decía Laura que quería ser Amish. Decía Fernando que ser comunista es muy difícil -comunista de verdad-. Decía Hagrid que en un pueblo de la sierra el ayuntamiento te paga una especie de sueldo por vivir allí y que el pueblo no quede deshabitado. Y digo yo, que aunque no lo parezca después de repetir mil veces que soy una cerda vaga, con lo que me gusta a mí el trabajo físico y el rollito vintage ¿por qué no me voy a vivir a un pueblo en plan Amish? Con tal de que el alcalde me dé un terrenito, no le pido sueldo ni nada, ya me las arreglaría para ser autosuficiente.

Me levantaría temprano y daría de comer a los animales de mi granja. Arreglaría el huerto. Prepararía la comida a fuego de leña y lavaría a mano. Se viviría en armonía en una comunidad ecológica y equilibrada, donde todos trabajaríamos para todos, cada uno en su especialidad. Como seríamos libres de marcharnos cuando quisiéramos, el que estuviera allí aceptaría gustoso esa forma de vida. Tendríamos lo suficiente para vivir, sin más pretensiones que disfrutar de la naturaleza y de la recompensa al trabajo bien hecho y al esfuerzo. Sin más jefe que uno mismo y sin trámites ni impuestos añadidos, sin conservantes ni ningún tipo de adulterante de la realidad.

Uy, que tarde es, me acuesto que me toca madrugar aunque sea domingo. Lo mismo sueño con ovejas esquiladas y un jersey como el de Barrio Sésamo.

3 comentarios:

Miss Rosenthal dijo...

O a granjero busca esposa, palcaso es lo mismo, no??

Miss Rosenthal dijo...

Ay no, que tu ya tienes granjero!
Pues hazte amish!

Unknown dijo...

Miss Rosenthal: jajaja, no sé si la mentalidad del granjero o de su madre aceptarían a una topa como yo. Tendré que estudiar lo de los amish.

Un besazo