sábado, 9 de enero de 2010

Yoga

Ha llegado a mi buzón una propaganda de unos cursos de yoga que empiezan la semana que viene. Dentro de mi caos personal existe, a ojos del prójimo, una falsa paz y armonía que es más bien apatía o desinterés por el entorno. Mi madre me decía que yo no tenía sangre en las venas, que era muy tranquila, pero en realidad se me crispan los nervios a la mínima tensión. Que se lo digan al pobre Hagrid o a mi profesor de la autoescuela. En el trabajo me controlo por las monjas, pero si no, otro gallo cantaría la salve marinera.

Así que me ha venido un flash (una idea rápida y fugaz, no un polo de 20cts) y me he dicho que sería buena idea apuntarme a yoga y entonces, cuando me altere, soltar el aire y un "oooooomh" en vez de un berrido. Todo depende del presupuesto, claro. Y del horario. Y del lugar donde se impartan las clases. Y de la duración del curso...

Me veo a las 18h, cuando se acaben las novelas, yendo en chándal a andar con La Mari y poniendo verde a toda la residencia para desahogarnos. Por lo menos más económico seguro que me sale. 

2 comentarios:

anifaresius dijo...

Hagrid Dice: Tiene gracia el post... xDD

Lucrecia Borgia dijo...

Estudios médicos han confirmado que beber alcohol trae los mismos beneficios que practicar yoga !