martes, 12 de febrero de 2008

Medicina moderna



Qué poco me gusta usar máquinas digitales en el trabajo. Normalmente pierdo más tiempo del que gano ¡y son tan ruidosas! Me siento como una boba mirando correr las cifras, sin poder hablar con los pacientes que tienden a contestarme y vuelve a dar error. Y vuelta a empezar. Ellos saben que en la medicina que yo practico son básicas las sonrisas, las caricias y donar esos minutos a escuchar en vez de mirar pantallas brillantes. Puede que no sea muy científico, pero nos mantiene vivos.

2 comentarios:

El hombre ironico dijo...

Tambien tendran miedo del enfermo por si le demanda, las confianzas dan...

Unknown dijo...

No se ha dado el caso, tienen mucho que contar y están muy faltos de cariño.