miércoles, 12 de septiembre de 2007

Y bailaré sobre tu tumba

Aunque esté de moda eso de morirse, no soy tan trendy. He estado de vacances y sigo viva, obviamente, y el que no que descanse en paz.

Me parece increible la que se monta en los entierros. Primero están los llantos desconsolados, cómo si fuéramos eternos. Lo único de lo que podemos estar seguros es de que moriremos algún día. No cómo. No cuándo. Pero lo haremos.

Como viene la familia de cualquier rincón del planeta, esa que sólo se reúne para gritar vivan los novios o darte el pésame; se montan los corrillos, se cuentan chascarrillos y nos ponemos al día de cuerpo presente. Y me fascina el modelo anglosajón super party, lo celebran -ojo, celebran- con tartas, café y demás parafernalia festiva en casa del muerto. Encima que estarán tristes van y les llenan la casa de mierda, ya que estamos que lleven un stripper que alegre el cotarro.

Conozco a alguien que vive junto a un tanatorio y cuenta que una noche los afligidos familiares que velaban el cadáver tenían tal juerga que no podía dormir. Puso a toda voz la canción del verano y por fin se callaron... ¡para llamar a su puerta y reclamarle un poco de respeto por el muerto! Claro está que los puso en su sitio y se hizo el silencio.

Descanse en paz.

1 comentario:

Unknown dijo...
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