viernes, 12 de diciembre de 2008

Amor. Amigo. Compañero

Tengo un ángel de la guarda que es bastante inquieto. Dicen que los ángeles no tienen sexo, pero como se infiltró entre los humanos en forma de atractiva señora, aprovecha y se deleita contemplando y soñando con los hombres. Este angelito mío vive en un mundo de fantasía ideal donde el amor dura eternamente porque ni ronca ni le huelen los pies ni compra compulsivamente artículos varios por Internet. Bien es sabido en estos tiempos que amor y sexo no tienen porqué ir de la mano, pero es que al angelito le gustan las novelas románticas y pseudo eróticas y fantasea con sus profesores. Aún recuerda su gran amor de juventud, idílico romance eterno. Y recuerda su despedida como el gran error de su vida. Y suspira por él alimentando su fantasía de amor mientras imagina cómo habría sido su vida con su hombre perfecto.

Y discuto con mi angelito porque yo, como la Jurado, creo que el amor se rompe de tanto usarlo. Alguien dijo que es una enfermedad transitoria que hace omitir los defectos obvios de la persona amada. Y cuando se cumple el vaticinio de la más grande qué haces con la rana en la que se te ha convertido el Príncipe Azul. Todo el mundo sabe hacer promesas que no se cumplirán. El amor eterno es una farsa que alguien inventó hace siglos para frustarnos la vida. Para convertirla en la eterna búsqueda de una persona ideal. De un estado ideal. Que no llega y que cuando llega se marcha. Y cuando vuelve sólo piensas en cuánto tardará en marcharse. Es lo que tienen las pasiones puras como ese amor de novela, que arden rápido y se consumen rápido, que son intensas y desgarradoras. Y a mí las cosas que me desgarran no me hacen mucha gracia. Más bien me dan escalofríos.

Esto no significa que no crea en la unión entre personas, en las parejas, en el amor entre dos individuos. Yo creo en el compañero de viaje, en el amigo que te ayuda a levantarte cuando estás en el suelo. En el que hace más llevadero el camino por esta vida llena de altibajos. En el que te cuida en tus peores momentos y te quiere cuando tienes éxitos y miserias. El amor en el que yo creo vive en los pequeños detalles y se hace fuerte ante las adversidades. Es terco, como la ternura, y no se va tan facilmente, porque tiene alma de luchador y no se rinde ante el menor problema.

Mientras escribo pienso en las parejas preciosas que conozco, en los solteros magníficos que merecen mujeres estupendas -espero que ambos las encontréis y os sintáis plenos-, en los amores frustrados por alguna estrategia del destino que convierte a los amantes en suspiros eternos, en los que deciden que su opción es la soledad, y en mi propia historia con el mejor compañero de reparto con el que pude soñar.

6 comentarios:

Miss Rosenthal dijo...

ains, que ansiedad hasta el final. Pensaba que ibas a dar el escandalazo del año con la boda más corta que se recuerda en la blogosfera.
Un beso

La Ballena Elena dijo...

Que bonito
:)
Que mejor que ser el mejor compañero de reparto con el que se pueda soñar?

El amor tiene tb algo de tierno, y de mirarle como si todas sus imperfecciones, fueran perfectas para ti

La Ballena Elena dijo...

te echaba de menos

Unknown dijo...

Miss Rosenthal, Cada vez que lo leía cambiaba algo porque no parecía decir lo que yo quería decir.

La Ballena Elena, Me halagas con eso de que me echas de menos (espero que no sea un mensaje para un lector :P) Una amiga decía que era muy bonito acostarse sabiendo que alguien está pensando en ti.

Un besazo

Sara Mansouri "Saroide" dijo...

qué bonito, EN SERIO :)

Unknown dijo...

Saroide, me alegro de que te guste, EN SERIO ;)

Un besazo