lunes, 21 de diciembre de 2009

A medias

Al que diga que quien tiene sueños eróticos está falto de sexo le doy toda la razón, porque amanezco como loca después de una tórrida noche onírica. Y es que, si ya era difícil echar un polvo en esta bendita casa, ahora que soy una tullida, que Hagrid tiene unos turnos de trabajo horribles y con mi madre durmiendo al otro lado de la puerta es misión imposible. Para rematar la situación, después de diez años usando a diario medias con blonda de silicona, que si por mi fuera las hubiera llevado con liguero, me las han cambiado por una super incómoda, ortopédica, de una sola pierna que se ata a la cintura, que es más antimorbo que mi abuela en tanga. A ver si mañana hay suerte y me toca el gordo. Y la lotería ya que estamos.

4 comentarios:

Lucrecia Borgia dijo...

En el desayuno la esposa le dice al marido:

---Tuve un sueño que estaba en una subasta de penes, los más chicos costaban 100 y los más grandes 500 euros.

El marido pregunta:

--- ¿Cuánto costaba uno como el mio?

---Esos se descartaban – contestó la esposa.

Sara Mansouri "Saroide" dijo...

¿Cómo que tullida, Serafina? No preocupes a los seguidores de tu blog. ¿Estás bien??? :)

Sara Mansouri "Saroide" dijo...

Ah, ya lo leí más abajo. ¡Espero que te recuperes!! :)

Unknown dijo...

Lucrecia Borgia, pobre señora! Espero que su marido compensara con destreza e imaginación. O con cuernos en la cabeza!

Saroide, no es para tanto, es que mi madre me sobreprotege. En vez de hacernos saltar del nido nos quiso pegar el culo con superglue.

Felices Fiestas!
Besazos