domingo, 31 de enero de 2010
Un mal paso
Yendo por la calle antes de las 8am camino de clase, Elena pisó una botella de plástico con tan mala suerte que la hizo crujir junto a la cara de un indigente que dormía en un portal. Éste se despertó y le gruñó algún sinsentido. Nunca supimos si fue por despertarle o por estropearle la botella.
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2 comentarios:
Los indigentes somos personas como ustedes.
Tendría que haberlos denunciado a la Guardia Civil, por no respetar los derechos humanos.
Amén.
Lucrecia Borgia, fue sin querer, hasta la pobre Elena se asustó del ruido!
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