jueves, 12 de febrero de 2009
Pequeños grandes placeres
Para mí, y quien me conoce lo sabe, uno de los mayores placeres de la vida es comer. Se para el tiempo para mí. El vacío me rodea. No atiendo a madre, novio ni perro. Un descubrimiento reciente, casi orgásmico, fue el pan de molde de cinco cereales con queso havarti. Y que llegue el apocalipsis.
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